¿Mediación o Asesoría?

Recientemente en otras publicaciones hemos conseguido explicar claramente el concepto de mediación, de manera más o menos resumida, pero sin olvidar los datos básicos, es decir, de que se trata, quien puede aplicarla y en qué campos o materias. Sin embargo todavía aún pueden surgir dudas, por eso vamos a intentar poco a poco resolver aquellas que vayan apareciendo. Hoy es el turno de resolver la difrencia entre mediación y asesoría, ya sea asesoría laboral, asesoría fiscal o de cualquier otro tipo.

 En primer lugar, debemos destacar que la mediación es algo general, enfocado siempre hacia algún tipo de conflicto con el fin de llegar a un acuerdo en concreto, se trata de buscar la ayuda de alguién que comprenda tanto de las leyes a aplicar como del conocimiento, podemos decir que en la mediación, el mediador es un árbitro que se basa en los hechos para dar la razón a uno u otro oponente enfrentados, para evitar juicios y costes procesales, intentar de forma amistosa cerrar el asunto en cuestión. Sin embargo cuando hablamos de asesoría, si nos damos cuenta siempre lleva un apellido, asesoría fiscal, asesoría laboral, asesoría contable, y alguna más, se trata de un servicio personalizado, que no siempre media entre dos partes, es decir, la asesoría se dedica a aportar conocimientos y servicios en ciertas parcelas empresarial o personal en cuanto a un tema concreto, fiscal, laboral o contable en este caso.

 Por tanto, para que haya mediación, siempre debe haber dos o más partes en conflicto, sin embargo en el caso de asesoría no es necesario. Como hemos mencionado, mientras mediación se encarga de resolver conflictos, asesoría se decica a trámites sin más.

 En segundo lugar, destacamos la aparición de la psicología en la labor del mediador, ya que debe hacer entender con la ley en la mano la solución de manera amistosa a todas las partes implicadas en el conflicto. El trabajo de asesoría no implica esta faceta, al ser un campo más concreto y realizar en el 90% de los casos trámites sin más, no es necesario esa paciencia y trato de personas que se exige al mediador.