Especialización y flexibilidad, lavandería industrial y asesoría
La especialización dentro de sectores ha sido motivo de disputa entre los economistas, mientras unos apoyan esta distinción en actividades de forma cerrada, sin que exista integración alguna, muchos otros son los que dirigen su pensamiento hacia una completa flexibilidad y polivalencia tanto de empresas como de trabajadores, para de esta forma adaptarse lo más rápido a las fluctuaciones del sector, considerando un entorno dinámico y defendiendo su postura en la que la especialización llevaría a la ruina una vez las reglas del juego hayan cambiado. Ejemplo de especialización encontramos en lavandería industrial, mientras que la banca actual o asesoría es el más claro de los ejemplos en cuanto a flexibilidad empresarial.
Lo únicamente cierto es que ambos están en lo cierto, ya que el mercado actual, sin entrar en profundizar, exige especialistas para algunas disciplinas mientras que la integración comienza a aparecer en muchas otras, por lo que como suele ocurrir para llegar al éxito empresarial, no todo es blanco o negro.
Basándonos en el ejemplo anterior, lavandería industrial posee un alto grado de especialización, ya que podemos definir su actividad como básica en el sentido de poco margen de trabajo, margen en el que nos queda poco lugar para maniobra pero también es cierto que siempre queda hueco para la innovación tanto en producto como en servicio.
En el caso de la banca o cualquier empresa de asesoría, ocurre todo lo contrario, la mayoría de ella intentan cubrir el mayor rango de servicios para sus clientes tanto en integración vertical como horizontal, tanto hacia delante como hacia atrás, es decir, todos los servicios anexos y necesarios para sus clientes, los cubren, siendo el ejemplo más claro de ello, el número de inmobiliarias creadas en fechas anteriores a la crisis, comenzando por asesoría financiera, hasta laboral, jurídica e inmobiliaria.
Existe una característica clara en cada uno de los dos ejemplos, mientras que en lavandería industrial hablamos de una rutina de trabajo mecanizada, en la que la mano de obra debe ser cualificada pero específica y con conocimientos precisos en maquinaria y lavado; banca o asesoría depende de una alta formación en las que el conocimiento de clientes y sector es muy amplio y son necesarias ciertas capacidades que provoquen una alta flexibilidad y polivalencia.