Consejos para evitar concurso de acreedores
Desde la regulación y legislación empresarial, muchas son las empresas que han desaparecido cayendo en concurso de acreedores, afectando a éstos no solo en el curso normal de la actividad económica o sector en cuestión, sino dejando gran parte de la deuda contraída con ellos en el olvido.
Las causas de esta situación pueden ser varias, pero por norma general son dos las que ocupan el primer lugar, una gestión pobre, basada en el desconocimiento y especulación o un vacío en el mercado que por dinamismo del sector, puede llevarnos al concurso de acreedores.
No hay una fórmula secreta ni segura de poder evitar esta situación, pero si está claro que existen unas normas no escritas y una serie de actuaciones que nos ayudarán a gestionar una empresa; tal y como ocurre con la economía familiar, hay que tener en cuenta diversas cuestiones y seguir varios pasos como son los siguientes:
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Ahorrar para la jubilación: en este aspecto debemos crear un fondo de maniobra para asegurarnos cualquier necesidad futura y no depender del día a día, ya que ante cualquier imprevisto entraremos en problemas fácilmente.
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Aprovechar cuentas que generen rendimientos: puede parecer contradictorio al punto anterior, pero la cuestión es conseguir un equilibrio entre ambos, es decir, tener disponibilidad inmediata y que nuestro dinero, haga dinero.
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Seguir un presupuesto: Cuando esto no ocurre, se disparan los gastos, y no solo que se disparen, sino que por norma aumentan los gastos innecesarios que pocas rentas generan.
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Establecer objetivos: cuando éstos se han creado, todas las acciones van encaminadas hacia ellos, por lo que existe un menor desviamiento. Además hay que saber medirlos y realizar un oportuno seguimiento del progreso.
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Automatizar ahorro: El ahorro debe ser algo programado, pero también debemos crear rutinas de comportamiento y trabajo para conseguir los objetivos de la manera más eficiente.
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Utilización de financiación ajena: ante cualquier necesidad de financiación, debemos cubrir siempre con el menor coste y en los plazos que nos permita generar ingresos para pagar la deuda contraída.
Con estos breves pero esenciales pasos, conseguiremos evitar actuaciones que nos generen problemas y dando de lado así al concurso de acreedores.