Asesoría, camino hacia el outsourcing
El organigrama normal de las empresas españolas durante décadas pasadas contemplaba siempre varios departamentos, administración, marketing, comercial y claro está producción no faltaban en dicho diagrama, al que obviamente con el paso de los años se han ido añadiendo las ya tan usales Recursos Humanos e Investigación y Desarrollo. Este organigrama existía sí o sí independientemente del sector, volumen de facturación e incluso empleados, es decir, desde una pequeña pyme especializada en fabricación de puertas y ventanas hasta una gran multinacional dedicada a productos de alimentación.
Este organigrama de “obligado” cumplimiento hacía a las empresas disponer de forma interna de profesionales para cada área, así como de unos procesos y metodología de trabajo especializados más que en sus áreas, en la personalización de sus áreas para el sector.
Con el paso de los años, las necesidades del mercado así como la especialización de productos y procesos, derivó a lo que hoy conocemos como outsourcing, siendo claro ejemplo de ello la asesoría, en todas sus facetas, asesoría fiscal, laboral o contable.
Parte del outsourcing nace de la diversificación, en el que accedemos a nuevas metodologías en las que dejamos de ser expertos y necesitamos la ayuda de aquellos profesionales especializados como es el caso de asesoría, auditores, consultores, especializas en marketing e incluso recursos humanos.
Gracias a ello, los recursos de cada empresa se destinan a su actividad principal, evitando preocupaciones anexas a dicha actividad, derivándolas hacia aquellos que constantemente se encuentran en la materia.
Esto permite que cada empresa se especialice más en su sector, llevando a una mejora de servicios lo que se traduce en un aumento de clienta y claro está, un mayor trozo de la tarta en el reparto de la cuota de mercado.
La externalización u outsourcing bien sea de asesoría, lavandería, expertos de marketing o recursos humanos, no debe entenderse como un problema, sino como una solución de mejora en aquellos aspectos en los que no somos líderes.