Administrador concursal como elemento de recuperación
Sobre la política y sus representantes, podríamos hacer una breve encuesta a un gran número de la población española, repartida por todo el territorio, y muchas son las conclusiones que sacaríamos, muchas de ellas bastante divertidas e incluso merecedoras de los tan famosos y actuales memes, pero si nos centráramos en un apartado que pidiera adjetivos para los políticos, pocos resaltaría su facilidad para las promesas y oratoria básica.
Esta cualidad de los políticos actuales, aunque ciertamente viene de bastante lejos, les lleva muchos casos a errores bastante comunes, y luego pasa lo que pasa cuando tiramos de hemeroteca. Pues bien, ahora es el momento de hablar de si estamos o no en crisis, y de la recuperación económica sufrida en los últimos meses; todo ello, como es obvio atribuyendo el mérito a su partido y medidas. Con ello queremos generalizar, nos encontramos en pre-campaña para las municipales y es lo que toca, sacar pecho los que gobiernan y los que opositan.
Dentro de la afirmación de la recuperación económica, en ningún momento se menciona al esfuerzo de trabajadores, pensionistas y estudiantes, y dentro de ellos, queremos remarcar la figura del administrador concursal, que en cierta medida se ha erigido como elemento básico para la recuperación de mercados, confianza y demás componentes que auguran dicha mejoría económica.
El papel del administrador concursal es clara referencia del también esfuerzo de las empresas en esta recuperación, no debemos olvidar que han obtenido presiones fiscales, laborales y una bajada de mercado que les ha obligado a cambiar su modelo y líneas de negocio, así como mercados y procesos de producción completamente diferentes. Siendo destacable en este caso el esfuerzo de pymes y autónomos, que además de todo ello, han visto cómo la financiación necesaria ha ido menguando con el paso del tiempo.
Es por ello, que la organización debe gestionarse maximizando todos los recursos disponibles, evitando situaciones de impagos o la eliminación de muchos de estos recursos vitales para la actividad principal, centrándose por tanto el trabajo del administrador concursal en un trabajo de previsión y provisión, diferenciado del trabajo de auditores, cuyo trabajo, a partir del análisis, la mayoría de los casos acaba en sanción.