Abengoa en concurso de acreedores
Desde hace varios meses estamos inmersos en estadísticas y encuestas que nos marcan nuestro presente y futuro con dos temáticas clave entorno a nuestra vida, todo lo que conlleva nuestra situación laboral y todo lo que aquello relacionado con nuestra clase política. Estamos en campaña, y todos tienen la solución para conseguir la riqueza que hasta ahora no hemos conseguido. Pero todos los datos que nos llegan, indican una mejora económica del país y la situación de todos lo que en él vivimos.
En medio de todos estos campos soleados, y días brillantes, ha irrumpido en nuestro país un ciclón de consecuencias graves para todos estos datos positivos, y para más inri, en plena campaña electoral y con el alumbrado navideño encendido, este ciclón se llama Abengoa y se declara en concurso de acreedores, rozando la quiebra.
Abengoa era hasta la semana pasada un ejemplo a seguir, seña de identidad de la empresa andaluza y española, contratos y más contratos, diversificación, internacionalización, miles de puestos de empleo en aumento constante, todo tipo de puestos. ¿Cómo ha podido pasar? Pues sí, esta es la situación, concurso de acreedores.
La empresa andaluza ha reconocido su situación actual, 9.000 millones de deudas a proveedores, entidades financieras y entidades públicas, un agujero en el que las medidas a tomar serán asesoradas por consultorías externas, medidas duras que sea cual sea el desenlace de esta situación, llevará a cabo cambios importantes y la ayuda de todos los agentes del mercado español.
El concurso de acreedores que se avecina, comenzará con una reestructuración de la deuda, siendo las entidades bancarias las que más protagonismo se llevan aquí, ya que tanto Gobierno como Junta de Andalucía han pedido su implicación y que den la cara por los trabajadores y la empresa en sí, ya que estamos ante un complicado caso para la economía de nuestro país.
La opción de la ampliación de capital ha sobrevolado la prensa salmón de nuestro país, el caso es que en este momento, se antoja difícil ya que el importe esperado es de 650 millones de euros, siendo esta cifra el 65% de su capitalización bursátil.
La situación de los bonos no es mejor, la credibilidad y confianza se han desplomado, hasta tal punto que la empresa ha sido retirada del IBEX35.
Todos estos datos no son más que la breve introducción de una dura historia que viviremos hasta su desenlace, historia en la que todos los agentes económicos del país deberán arremangarse y trabajar, entidades públicas, financieras, consultorías, asesorías y los propios directivos de la sociedad.